Soy Magdalena Vallier, artista, comunicadora y creadora de potté.
Mi camino en el arte nace del cruce entre la materia y la palabra: la cerámica como forma tangible del silencio, la poesía como lenguaje que la habita. Durante años, este proyecto vivió bajo el nombre Cerámica y Poesía, donde la emoción y lo hecho a mano se encontraban en cada pieza. Hoy, renace como potté, un espacio que sigue latiendo en la misma dirección: lo simple, lo imperfecto, lo esencial.
Mi vínculo con el arte comenzó desde el modelado escultórico. Estudié durante dos años en el taller de la escultora Sara Mansilla, donde dí mis primeros pasos entre arcilla y forma. Luego continué mi formación en otros espacios, explorando materiales, texturas y técnicas que más tarde se transformarían en el corazón de mi propio taller.
Actualmente, estudio en el taller de escultura y alfarería de Leo Tavella, donde sigo profundizando mi práctica. Y desarrollo mi escritura y poesía con Natalia Monsegur, con quien estoy editando y preparando mi primer libro de poesía que estará publicado para principios del 2026.
Trabajo con arcilla y fuego, pero también con tiempos lentos, con intuición y con palabras. Cada objeto nace desde la contemplación, buscando no solo ser útil o bello, sino también despertar una sensación, una memoria, un instante.
