Encontrarte, encontrarnos, apreciando el arte en su esencia MAS pura.

Potté nace como un puente entre el mundo interior y el exterior, donde la cerámica se convierte en lenguaje, en cuerpo y en expresión.

Cada pieza modelada es un fragmento de humanidad, una extensión de la piel, del latido, del silencio que habita dentro de cada uno.

Potté no busca la perfección, sino la honestidad de lo orgánico, la huella del proceso, la cicatriz del cambio.

Habla del estar presente no como destino, sino como camino constante, sensible y profundo. La cerámica en este pequeño gran mundo, no solo se contempla, se siente.

Es arte que vibra con lo humano, que invita a tocar, a recordar que habitamos un cuerpo, un sentir.